Después de unos ajustes mecánicos y eléctricos, y tras hacerle una ligera cirugía estética, la burra ya está lista. He instalado todos los cachivaches eléctricos y la he limpiado en profundidad. He pintado el frontal y las tapas laterales en negro y le he puesto unas pegatinas reflectantes que tenía en la bodega. ¡Guapa!
Ahora falta solo el apartado burocrático y a probarla como es debido.

