Llevo ya un tiempo sin escribir debido al buen tiempo y a las muchas posibilidades que he tenido de darme garbeos, explorar y viajar por el país.
El fin de semana pasado estuve en Savudrija con la familia y allá que me dirigí por lo negro. Despacio en las rectas para no comerme los tacos y rápido en las curvas aprovechando que no llueve. Previamente, el jueves, me había ido hacia Rakitna descubriendo caminos nuevos. Charcos, barro, caminos desconocidos y casi cuatro horas de arriba-abajo, hasta que al final, en una pista cerrada, me dispuse a tirar por medio del bosque para arriba y ¡chof!, al suelo en parado. 0 daños.
Esta semana también salí el lunes en mojado y me dirigí hacia una zona nueva. El desvío fue en Beč y quise ir hasta Rakec evitando cualquier carretera asfaltada. No lo conseguí, pero me lo pasé muy bien y hasta crucé mi primer arroyo en moto. Como me gustó, lo crucé tres veces.
Hoy me he ido hacia unas pistas que había visto por google earth y que casi conectan mi casa con Krim. La duda principal es si en la primera pista habría al final un puente sobre el rio Ljubljanica (este solo se puede cruzar en moto de agua) y ha resultado ser que no. De todos modos, me he dirigido hacia Krim por pistas conocidas y desconocidas. El camino de la foto es uno de los nuevos y está lleno llenísimo de barro y charcos. Tantos y tan profundos que en un punto he dado media vuelta... y es que quedarse atascado y dejar a Mantis durmiendo una noche en el bosque no me hace gracia. Toco madera.
