El sábado me fui en dirección a la región de Primorska para subirme una montaña casi limpia de nieve. En anteriores ocasiones había visto la pista, pero nunca me había decidido a subir. Pensé que era una buena ocasión para probar a Mantis por lo marrón y allí que me dirigí.
Primero subí hasta arriba del todo por una pista forestal algo dañada, después me desvié por un camino en mal estado hasta que el menos común de los sentidos me dijo que ya, que debía dar la vuelta. Tras bajar la montaña, me dirigí hacia Kozina y de ahí a Štanjel pasando por mi adorada secundaria 620. Después de 230km llegué a casa más contento que unas pascuas.
