
Ayer fuimos a recogerla y hoy la Reina me ha dejado libres unas horas para probarla. Es una delicia, todo suavidad y equilibrio. Me he ido a dar una vuelta hacia el mar por el camino largo, pero a mitad he dado la vuelta y he tirado para casa. El frío era tal que después de dos horas mis manos ya casi no lo eran. En cualquier caso, Mantis me ha dejado muy buen sabor de boca y he disfrutado de lo lindo.
¿Conclusiones?
- Pesa 40 kilos menos que la anterior y eso se nota tanto en parado como en movimiento. La moto es estable en curva y muy fácil de conducir.
- La posición de conducción es perfecta y la cúpula protege lo suficiente. Me da a mí que uno puede tirarse horas y horas encima sin acusar el cansancio.
- Los 47 caballos están aprovechados y no creo que se necesiten más. Las tres primeras marchas empujan desde bien abajo y las otras dos lo hacen algo más suavecito, en función de lo que le pidas. La 5ª y última marcha es para cuando se pasa de 100 km/h y la 6ª desapareció...
- Me encanta la estética de la moto y el hecho de que tenga todo a mano. Es una moto que destaca por su simplicidad y los componentes son de calidad.
¡Esto era lo que estaba buscando!