
Uno suele rodar solo y habla de motos con su almohada, así que conocer moteros de espíritu libre como estos dos ha sido un placer. Y nos volvimos a ver ayer domingo en Ajdovsčina, después de que bajaran de Lokve encantados de sus días en Eslovenia.
Ayer volvimos a casa dando un amplio rodeo lleno de curvas. Descubrimos la secundaria 620 desde Štorje a Štanjel, que es un tramo que discurre entre viñedos. La carretera es preciosa, ondulada y arrugada, con un asfalto muy nuevo. El paisaje es embriagador y te permite soñar en la moto con los ojos abiertos.
Tengo la mente en algún puerto alpino que todavía no sé como se llama. Todavía.